En un dramático giro de los acontecimientos en Juliaca, un grupo de ciudadanos tomó la justicia en sus manos al incendiar la motocicleta utilizada por un delincuente en un intento de robo. El incidente ocurrió cuando el sujeto, después de haber sustraído la cartera de una mujer, intentaba darse a la fuga en el mencionado vehículo.
Un valiente poblador, testigo del hurto, no solo logró detener al ladrón en su huida sino también obligarlo a devolver lo robado a la afectada. Pese a los esfuerzos por administrar un castigo inmediato, el delincuente consiguió huir del escenario antes de ser capturado por la enfurecida multitud. Sin embargo, su medio de escape no corrió la misma suerte y fue consumido por las llamas, en un claro mensaje de repudio a los actos delictivos en la zona.
Este acto de represalia no solo subraya la creciente frustración de los habitantes ante la delincuencia, sino también sirve como una advertencia severa hacia aquellos que consideren cometer delitos en la localidad.