El 8 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer, una fecha que ha adquirido relevancia en los últimos años debido a las persistentes desigualdades de género que persisten en todo el mundo. Esta efeméride tiene sus raíces en un trágico evento ocurrido el 8 de marzo de 1908 en la fábrica Cotton de Nueva York, Estados Unidos, donde 129 mujeres perdieron la vida en un incendio después de declararse en huelga por condiciones laborales injustas.
Las mujeres que protestaban buscaban la reducción de la jornada laboral, salarios equitativos con sus colegas masculinos y denunciaban las precarias condiciones de trabajo. Sin embargo, la respuesta fue despiadada: el dueño de la fábrica cerró las puertas, provocando el fatal desenlace.
El Día Internacional de la Mujer, antes conocido como Día Internacional de la Mujer Trabajadora, conmemora la lucha de las mujeres por su participación plena en la sociedad y el logro de la igualdad de derechos con los hombres. Esta fecha se celebra en todo el mundo y se identifica comúnmente con el numerónimo «8-M», en referencia al día y mes en que tiene lugar.
La Asamblea General de las Naciones Unidas, en 1972, declaró el año 1975 como el «Año Internacional de la Mujer». En 1977, instó a los Estados a designar un día como el Día Internacional por los Derechos de la Mujer y la Paz Internacional, de acuerdo con sus tradiciones y costumbres.
El Día Internacional de la Mujer se ha convertido en una plataforma para visibilizar las desigualdades de género y abogar por la igualdad efectiva de derechos. A pesar de los avances, informes de la ONU destacan que las mujeres enfrentan desafíos en diversas áreas, desde la educación hasta la participación en la toma de decisiones.
Se argumenta que, más que una celebración, este día debe ser un llamado a la acción y a la reivindicación de derechos. La brecha salarial, la feminización de la pobreza, las limitaciones en la herencia, la trata de personas y la violencia machista son solo algunos de los problemas que persisten a nivel global.
En este 8 de marzo, mientras algunos países lo celebran como día feriado, la atención se centra en la necesidad continua de abordar y erradicar las desigualdades de género. La lucha por un mundo más equitativo y justo para todas las mujeres sigue siendo un imperativo global.