En un giro propio de una película, una mujer tailandesa de 65 años, identificada como Chonthirot, revivió de manera inesperada en el templo donde su familia se preparaba para su cremación. La anciana, quien padecía una enfermedad crónica que la mantuvo postrada durante tres años, había sido declarada muerta por médicos de un hospital de Phitsanulok el pasado 23 de noviembre.
Los hechos se desarrollaron cuando la familia, tras recibir el certificado de defunción, trasladó el cuerpo al templo Wat Rat Prakong Tham, en las afueras de Bangkok. De acuerdo con el medio local Kapook, la mujer había dejado de comer, perdido el conocimiento y dejado de respirar días antes, lo que llevó a su ingreso hospitalario y posterior diagnóstico de deceso.
Sin embargo, el desenlace daría un vuelco dramático. Al arribar al santuario, los dolientes comenzaron a escuchar ruidos provenientes del ataúd. Al abrirlo, se llevaron la sorpresa de su vida: Chonthirot había cambiado de posición y podía mover los ojos.
Reacción inmediata y traslado urgente
El personal del templo actuó con celeridad. Al percatarse de la situación, utilizaron un monitor básico de signos vitales que confirmó lo imposible: la mujer aún presentaba pulsaciones y respiración. De inmediato, se coordinó su regreso urgente a un centro hospitalario. Las autoridades del santuario no solo apoyaron con la logística, sino que también se hicieron cargo de los gastos médicos iniciales y solicitaron una investigación exhaustiva para determinar las causas del error médico.
El «Síndrome de Lázaro»: La explicación científica
Ante casos tan extraordinarios, la ciencia médica ha acuñado un término: el Síndrome de Lázaro. Según los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de Estados Unidos, este fenómeno describe el retorno espontáneo de la circulación sanguínea después de que fallan los intentos de reanimación. La explicación más plausible, señalan los expertos, podría estar relacionada con la «Presión Positiva al Final de la Espiración» y una alteración en el retorno venoso, que permite un restablecimiento tardío y natural de las funciones cardiorrespiratorias.
Este síndrome, extremadamente raro, se ha asociado en la literatura médica a pacientes que sufrieron paros cardíacos, infartos de miocardio o eventos traumáticos severos. Entre las comorbilidades documentadas en casos anteriores destacan enfermedades obstructivas de las vías respiratorias, rotura de aneurismas, hemorragias gastrointestinales y sepsis.
El caso de Chonthirot se investiga ahora como un milagroso despertar que desafía a la muerte y plantea serias preguntas sobre los procedimientos para declarar el fallecimiento de una persona.





