Microsoft ha salido al paso de las controversias relacionadas con su asistente de inteligencia artificial para juegos, Gaming Copilot. La compañía ha negado que las capturas de pantalla realizadas por este asistente sean utilizadas para entrenar sus modelos de inteligencia artificial. Aseguran que estas imágenes son tomadas únicamente cuando el jugador interactúa de manera activa con Copilot a través de la Game Bar de Windows 11, y su propósito es enriquecer la contextualización de las consultas del usuario, como identificar elementos o misiones dentro de los videojuegos.
De acuerdo con Microsoft, las imágenes no son almacenadas ni utilizadas para fines de entrenamiento. Además, el asistente no registra la voz de los usuarios ni observa de manera constante sin los permisos explícitos activados, que, cabe señalar, se encuentran desactivados por defecto. Para mayor control, los usuarios tienen la opción de desactivar esta función manualmente desde la configuración de privacidad de la Game Bar, accediendo a Configuración → Privacidad → Entrenamiento del modelo de texto.
A pesar de estas aclaraciones, surge una controversia relacionada con la opción de «entrenamiento de modelos en texto», que está habilitada por defecto. Esto implica que, automáticamente, se capturan y envían datos de texto de las sesiones de juego para el entrenamiento del modelo de lenguaje, sin un aviso explícito al usuario promedio. Solo el entrenamiento por voz se encuentra desactivado inicialmente. Esta situación ha generado inquietudes sobre la privacidad y la transparencia en el uso de datos, ya que el procedimiento para desactivar estas funciones no resulta intuitivo y podría no ser evidente para muchos usuarios.
En resumen, Microsoft sostiene que las capturas de pantalla dentro de Gaming Copilot son utilizadas exclusivamente para brindar respuestas más precisas en función de las solicitudes de los usuarios. Los mismos, si así lo prefieren, pueden controlar o desactivar estas características accediendo a la configuración de privacidad de la Game Bar.
Fuente: El Comercio









