Los últimos datos sobre la atmósfera han revelado que los niveles de dióxido de carbono (CO₂) han alcanzado un nuevo récord histórico en 2024, marcando el mayor incremento desde que se iniciaron las mediciones directas en 1957. Según reportes, el aumento anual de CO₂ entre 2023 y 2024 fue de 3,75 partes por millón (ppm), lo que representa la subida más significativa registrada en un solo año.
Este aumento sin precedentes se debe principalmente a la continua quema de combustibles fósiles, aunque también se ve afectado por fenómenos como incendios forestales y la disminución de la capacidad de los ecosistemas para absorber CO₂. Los bosques y océanos actúan como sumideros naturales de este gas, y su deterioro ha contribuido a la acumulación de gases de efecto invernadero.
El incremento del CO₂ en la atmósfera ha acelerado el calentamiento global. Este gas es fundamental en el efecto invernadero, ya que atrapa el calor y provoca un aumento de las temperaturas globales. Aunque otros gases como el metano y el óxido nitroso han alcanzado niveles récord, el CO₂ se considera el principal responsable del calentamiento actual debido a su larga permanencia en la atmósfera.
Factores externos, como los eventos climáticos extremos (incluyendo El Niño), altas temperaturas y sequías, han exacerbado la situación en 2024, reduciendo aún más la capacidad de absorción de los ecosistemas. La Organización Meteorológica Mundial (OMM) ha emitido advertencias sobre un “círculo vicioso” climático, donde el aumento de emisiones y la pérdida de sumideros naturales intensifican el calentamiento global.
Por ello, es fundamental que la acción climática se enfoque en la reducción de las emisiones de CO₂ derivadas de los combustibles fósiles, que representan la mayor parte del problema. Aunque el control de los otros gases de efecto invernadero también es relevante, la situación actual exige medidas urgentes para mitigar los efectos del cambio climático y asegurar un futuro sostenible.
En resumen, el informe de la OMM y los datos de la NOAA confirman que la situación del CO₂ en la atmósfera es alarmante, con implicaciones serias para el clima global y un llamado claro a la intervención inmediata para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Fuente: Gestion









