Dina Boluarte dejó la presidencia del Perú tras un período marcado por la controversia y la baja aceptación popular. Su administración, que se extendió desde diciembre de 2022 hasta octubre de 2025, termina con un dato resaltante: Boluarte se convierte en la mandataria más cara de los últimos nueve años, una situación que ha generado un amplio debate en la opinión pública.
Uno de los factores que la ubica en esta posición es el significativo aumento de su sueldo presidencial. En julio de 2025, su remuneración se incrementó de S/16,000 a S/35,568, lo que representa un alza de más del 100%. Este ajuste salarial, aprobado por el Consejo de Ministros, fue justificado por el Ministerio de Economía y Finanzas a través de un estudio comparativo regional que indicaba que su salario previo era inferior al de algunos ministros y magistrados.
A pesar de esta justificación, la medida resulta controvertida en un contexto de crisis social y con una aprobación popular que apenas alcanzaba el 3%, según diversas encuestas. Durante su mandato, Boluarte acumuló un total de S/678,134.93 por concepto de remuneración, y se estima que, de haber permanecido en el cargo hasta julio de 2026, su salario excedería el millón de soles. Sin embargo, el aumento se implementó a tan solo unos meses del final de su gestión, lo que impidió que recibiera la gratificación correspondiente al nuevo sueldo.
La decisión de aumentar su salario desató un fuerte debate político y social sobre la legitimidad del incremento en medio de una situación crítica para el país. Este aumento suscita interrogantes sobre las prioridades del gobierno y la percepción de la ciudadanía sobre la administración pública.
En otro plano, se espera que, en caso de vacancia, Boluarte tenga derecho a una pensión vitalicia, como es habitual para los expresidentes en el Perú, a menos que existan acusaciones constitucionales en su contra, lo que no había ocurrido hasta su salida del poder.
El cese de Boluarte marca un capítulo significativo en la política peruana, donde el alcance de su gestión y los ajustes salariales realizados se convierten en un tema de análisis para el futuro político del país.
Fuente: Infobae