En respuesta al incremento de la violencia contra el sector transporte, el Gobierno, a través del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP), implementará un subsidio dirigido a los hijos de los conductores que han sido asesinados por organizaciones criminales dedicadas a la extorsión. Así lo anunció la titular del sector, Ana María Peña.
La medida establece una asistencia económica de 400 soles, que se otorgará con una periodicidad bimestral. El beneficio está diseñado para brindar soporte a los menores que han quedado en orfandad a causa de estos crímenes, y se extenderá hasta que cumplan 18 años.
Ampliación del apoyo según el caso
Durante el anuncio, la ministra Peña señaló que no se descarta la posibilidad de extender este subsidio más allá de la mayoría de edad en determinados casos. Esta flexibilidad tiene como objetivo garantizar un respaldo continuado durante la transición a la vida adulta de los jóvenes afectados por la pérdida violenta de sus progenitores.
Trabajo coordinado para la identificación de beneficiarios
El MIMP informó que ya se encuentra trabajando de manera coordinada con otras entidades del Estado para identificar a los niños y adolescentes que cumplen con los criterios para acceder al programa. El objetivo primordial es asegurar una implementación ágil y eficaz, de modo que la ayuda económica llegue de manera oportuna a las familias en situación de vulnerabilidad.
Reconocimiento del impacto social del crimen organizado
Esta iniciativa representa un reconocimiento explícito a las graves consecuencias sociales que genera el crimen organizado, el cual no solo afecta a las víctimas directas, sino que deja secuelas profundas en el núcleo familiar, sumiendo a los menores en la orfandad y en la precariedad económica.
Implementación y canalización de los recursos
La ministra Peña aseguró que el MIMP será el ente rector encargado de canalizar los recursos, valiéndose de los mecanismos administrativos ya existentes para la atención de poblaciones en riesgo. Además, se prevé integrar esta asistencia dentro del sistema nacional de protección social, lo que permitiría institucionalizar el apoyo a largo plazo.