El Juzgado de Investigación Preparatoria ordenó tres meses de prisión preventiva para Samuel Rodríguez, el manifestante de la Generación Z cuya agresión a un efectivo policial quedó registrada en video durante las recientes protestas. La medida se dictó tras ser acusado formalmente por el presunto delito de violencia contra la autoridad.
La decisión judicial consideró como factores clave para decretar la reclusión las imágenes que documentan el acto violento, así como la falta de arraigo laboral, familiar y domiciliario del implicado. Según informes de la Policía Nacional del Perú (PNP), en sus antecedentes se encontró un presunto intento de parricidio ocurrido cuando Rodríguez tenía 14 años.
De esta manera, el Poder Judicial acogió el pedido de la Séptima Fiscalía Penal Corporativa del Cercado de Lima y dispuso el encarcelamiento preventivo del joven.
Defensa y contradicciones
Frente a la medida, la defensa de Rodríguez, a cargo del abogado Rodrigo Noblecilla, rechazó la decisión y argumentó que su patrocindado sí cuenta con arraigo en el país.
Por su parte, Mireya Carhuas, quien se identifica como pareja del procesado, ofreció una versión contradictoria a las imágenes. Sostuvo que la medida se dictó «pese a que Samuel ayudó a un policía». «Él lo cargó en sus brazos y lo llevó donde estaban los demás efectivos porque es una persona muy solidaria. Incluso se enfrentó a otros manifestantes», declaró a un medio local.
Evidencia videográfica
Sin embargo, las declaraciones de Carhuas contrastan con la evidencia audiovisual difundida ampliamente. En las grabaciones se observa claramente que, al percatarse de que un policía había quedado separado de su formación, Rodríguez lo pateó por la espalda, en un acto que se sumó a la agresión de otros manifestantes.
El hecho ocurrió durante el segundo día de protestas en los alrededores del Centro Cívico, en el Cercado de Lima. Tras ser identificado gracias a los videos, la PNP procedió a la detención de Rodríguez en flagrancia.