En su primera intervención ante la Asamblea General de la ONU, el presidente argentino Javier Milei lanzó duras críticas hacia la «izquierda global», acusándola de promover la violencia política. Durante su discurso, Milei cuestionó la ideologización de la organización y su apoyo a agendas socialistas, señalando con especial énfasis la Agenda 2030.
Milei también expresó su desacuerdo con la participación de regímenes autoritarios en organismos como el Consejo de Derechos Humanos, argumentando que estas dictaduras comprometen la credibilidad de la ONU. Además, hizo un llamado a la atención sobre las medidas restrictivas impuestas durante las cuarentenas por la pandemia, a las que calificó de «delitos de lesa humanidad».
Otro de los puntos destacados en su discurso fue el rechazo a las políticas internacionales sobre igualdad de género, propuestas por la ONU. Argentina, bajo la gestión de Milei, votó en contra de resoluciones críticas relacionadas con la violencia contra mujeres y niñas, aunque esta postura fue parcialmente revertida en fases posteriores del mandato de su administración.
El nuevo enfoque de la política exterior argentina, señalado por Milei en este evento, implica la renuncia a una neutralidad que había caracterizado al país en años anteriores. El presidente enfatizó la importancia de la libertad individual y la soberanía nacional, incluyendo el firme reclamo sobre las Islas Malvinas.
En un contexto más amplio, Milei criticó duramente la falta de efectividad de la ONU ante conflictos globales, tales como la invasión de Rusia a Ucrania. Su denuncia se centra en la imposición de un modelo supranacional, que, según él, limita las libertades de los estados y sus ciudadanos. Afirmó que las actuales posturas de la ONU se alejan de su misión original, optando en su lugar por un «postureo moral» que carece de soluciones efectivas a los problemas que enfrentan las naciones.
Este fuerte pronunciamiento de Javier Milei ha generado controversia y podría derivar en un cierto aislamiento para Argentina en el ámbito multilateral, marcando una clara disrupción con respecto a las políticas anteriores.
Fuente: RPP