El ministro de Petróleo de Irán, Mohsen Paknejad, ha afirmado que las próximas sanciones impuestas por la ONU no tendrán un impacto significativo en la venta de petróleo del país. Según Paknejad, las restricciones actuales ya limitan las exportaciones, principalmente debido a las sanciones unilaterales de Estados Unidos. A pesar de la presión internacional, el petróleo iraní sigue siendo dirigido mayormente a China.
Paknejad hizo énfasis en que las nuevas sanciones, que están diseñadas principalmente para frenar el programa nuclear y militar de Irán, no incluirán medidas que afecten directamente a la economía del país. Estas sanciones buscan implementar inspecciones, congelar activos y limitar los viajes de responsables iraníes, pero no estrangularán el comercio petrolero, que es vital para la economía de Teherán.
Actualmente, Irán produce aproximadamente 4,8 millones de barriles diarios entre crudo, condensados y gas natural, de los cuales exporta alrededor de 2,6 millones de barriles, siendo China su principal destino. A pesar de las múltiples sanciones que ha enfrentado, Paknejad sostiene que Irán tiene la capacidad de sortear estas restricciones y mantener su flujo comercial de petróleo de manera constante.
Además, el ministro declaró que de ser necesario, Irán tomará las acciones necesarias para proteger su comercio petrolero y asegurar que continúe su actividad en el mercado internacional. Esta situación refleja la resiliencia de la economía iraní en un contexto de presión internacional y diplomática, donde el comercio de petróleo sigue siendo esencial para la estabilidad económica del país.
A medida que las naciones occidentales, en particular Francia, Alemania y Reino Unido, llaman a reimponer sanciones, la estrategia de Irán se centrará en adaptar su comercio para minimizar el impacto de estas medidas. La atención del mundo se dirige ahora a cómo el país enfrentará estos nuevos desafíos y si logrará mantener sus niveles de exportación.
En un contexto geopolítico tenso, las afirmaciones de Paknejad subrayan la complejidad de las relaciones internacionales y el papel crucial que el petróleo sigue jugando en la economía iraní.
Fuente: Gestión









