Más de 200 líderes internacionales se unieron en un llamado urgente durante la Asamblea General de la ONU en Nueva York, exigiendo la implementación de un marco regulatorio global que establezca límites claros sobre el uso de la inteligencia artificial (IA). Esta iniciativa incluye la participación de científicos, premiados con el Premio Nobel, ejecutivos de empresas tecnológicas como Anthropic, Google DeepMind, Microsoft y OpenAI, así como relevantes figuras políticas.
Los firmantes del manifiesto subrayan la necesidad de prohibir la utilización de la IA en aplicaciones que representen un riesgo elevado para la humanidad. Entre estos usos peligrosos se mencionan el control de arsenales nucleares, armas letales autónomas, vigilancia masiva, sistemas de puntuación social, ciberataques y la suplantación de identidad. La alarma se centra en los potenciales efectos adversos que podrían derivar de la propagación irresponsable de estas tecnologías.
En su declaración, los líderes advierten que la IA podría superar las capacidades humanas de manera alarmante y generar consecuencias devastadoras. Entre estas, destacan la posibilidad de pandemias diseñadas, la propagación de desinformación masiva y violaciones sistemáticas de los derechos humanos. Ante este escenario, demandan que los gobiernos establezcan “líneas rojas” en el uso de la IA antes de finales de 2026.
Este llamado también enfatiza la importancia de fomentar la cooperación internacional en la creación de acuerdos vinculantes para la gobernanza de la inteligencia artificial. Se pide la implementación de una supervisión global que garantice el cumplimiento de las restricciones y limitaciones propuestas.
La ONU, por su parte, ha comenzado a tomar medidas al respecto, adoptando resoluciones históricas para promover una IA segura y confiable, respetuosa de los derechos humanos y del desarrollo sostenible. Además, ha creado un órgano consultivo que estudia de manera profunda la gobernanza global de la IA, a fin de encaminar esfuerzos hacia un futuro más seguro en el ámbito tecnológico.
Este intenso debate en la ONU refleja una creciente preocupación mundial sobre la dirección en la que se desarrollan y emplean las tecnologías de IA, resaltando la urgencia de una regulación cuidadosa y consciente de los valores humanos.
Fuente: La República









