El 12 de septiembre de 2025, la directora del jardín de niños «J.V.A. Sembrando Valores con Amor y Sabiduría» en Condorcanqui, Amazonas, reportó el hallazgo de alimentos en mal estado distribuidos por el programa estatal Wasi Mikuna. Ani Uriarte, responsable de la institución, detectó en un lote de productos la presencia de trozos de pollo que presentaban un envase inflado y un fuerte mal olor, lo que generó suspicacias sobre su estado de salubridad.
Ante la seria situación, la directora no dudó en informar de inmediato a las autoridades competentes. La Fiscalía local se presentó a la institución para investigar el caso y, tras verificar la calidad del alimento, confirmó que el producto no era apto para el consumo humano. Esta situación pone en evidencia no solo el riesgo que corren los niños, beneficiarios del programa, sino también la necesidad urgente de revisar los procesos de distribución y control de calidad de los alimentos destinados a las instituciones educativas.
El programa Wasi Mikuna, diseñado para proporcionar alimentación saludable a niños de diversas regiones del país, ha enfrentado críticas en el pasado debido a irregularidades en la entrega de alimentos. Este nuevo incidente reaviva el debate sobre la seguridad alimentaria y la responsabilidad del Estado en garantizar la salud de los menores. La comunidad educativa de Condorcanqui y usuarios de programas similares en el Perú claman por medidas más estrictas que eviten que situaciones como esta se repitan en el futuro.
Es urgente que el gobierno tome cartas en el asunto para asegurar que los productos que llegan a las instituciones educativas sean revisados rigurosamente, priorizando el bienestar de los niños. La salud de los más pequeños debe ser una prioridad y no puede verse comprometida por errores en la gestión del programa.
Este hallazgo se suma a una serie de contratiempos que han llamado la atención sobre la efectividad de los programas estatales de alimentos. Los padres de familia y autoridades locales esperan respuestas claras y soluciones inmediatas para evitar riesgos que puedan afectar la salud de los niños en la región.
La situación en Condorcanqui debe ser un llamado de atención para todos los involucrados en la implementación y supervisión de programas de nutrición infantil en el Perú.
Fuente: La Republica









