La explosión de un camión cisterna que transportaba gas en el Puente de la Concordia, en Iztapalapa, Ciudad de México, conmocionó a la población. El trágico incidente, que dejó un saldo de tres personas fallecidas, tuvo uno de sus episodios más dramáticos cuando Alicia Matías Teodoro, de 49 años, protegió con su cuerpo a su nieta de dos años, Azuleth, de las llamas.
Devastadoras imágenes captaron el momento en que Alicia, con la ropa quemada, suplicaba ayuda mientras cargaba a la menor en brazos. Un policía se acercó rápidamente, tomó a la niña—quien vestía una pijama azul—y la trasladó de inmediato en una motocicleta hacia un centro de salud. Los desgarradores gritos del agente pidiendo paso a los automovilistas alertaban sobre la gravedad de la situación.
Según relató una hija de Alicia a medios locales, su madre se encontraba trabajando como checadora en una empresa de transportes y ese día estaba al cuidado de la pequeña. La magnitud de la explosión las alcanzó a ambas, provocándoles graves heridas. La abuela sufrió quemaduras en el 98% de su cuerpo y se encuentra en terapia intensiva, con un pronóstico reservado.
Por su parte, la nieta, Azuleth, también resultó gravemente herida. La familia informó que la menor fue anestesiada por completo y presenta quemaduras en su rostro, brazos y piernas. El estado de salud de ambas permanece crítico, mientras la familia aguarda noticias sobre su evolución.









