En Nepal, miles de jóvenes, principalmente de la Generación Z, han salido a las calles en ciudades como Katmandú, Pojara, Biratnagar y Janakpur para protestar contra la reciente medida del Gobierno que bloqueó más de 20 plataformas de redes sociales, incluidas Facebook, YouTube y X (anteriormente Twitter). Esta drástica acción gubernamental se fundamenta en la exigencia de que las redes sociales se registren de acuerdo con la normativa local, lo que incluye designar representantes y establecer oficinas en el país.
Los manifestantes han criticado la medida, argumentando que se trata de un intento de censura y control de la comunicación en línea. Las protestas han crecido en intensidad, con consignas que no solo claman por el acceso libre a las redes sociales, sino que también apuntan hacia la corrupción dentro del gobierno. La situación ha llevado a violentos enfrentamientos con las fuerzas de seguridad, quienes han respondido con gases lacrimógenos, cañones de agua y, lamentablemente, munición letal.
Oficialmente, se han reportado al menos 16 muertes y más de 145 heridos, algunos de ellos gravemente, con disparos en la cabeza y el pecho. Además, cientos de manifestantes han sido arrestados en el transcurso de las protestas. A pesar de la instauración de un toque de queda, la movilización sigue siendo multitudinaria, lo que pone de manifiesto el descontento generalizado entre la juventud nepalí.
Mientras tanto, plataformas como TikTok y Viber lograron cumplir con los requisitos gubernamentales y, por lo tanto, continúan accesibles para los usuarios. Estas manifestaciones, en esencia, representan una lucha por la defensa de la libertad de expresión y los derechos digitales frente a una política gubernamental que muchos consideran represiva y corrupta.
La situación en Nepal refleja un dilema común en diversas naciones donde la libertad en internet se encuentra bajo amenaza por decisiones políticas. Las protestas resaltan la importancia de un entorno digital abierto y accesible, un derecho que los jóvenes nepalíes están decididos a defender a toda costa.
Fuente: La República









