El 21 de septiembre marca una celebración especial en Chile y otros países del hemisferio sur, donde la llegada de la primavera se conmemora regalando flores amarillas. Este gesto se ha convertido en un símbolo de amor, esperanza, renovación y buenos deseos, reflejando una tradición moderna que ha cobrado fuerza en los últimos años.
Si bien esta costumbre no tiene raíces antiguas o religiosas, ha ganado popularidad gracias a la influencia de las redes sociales, especialmente de TikTok, así como al fenómeno de la telenovela argentina Floricienta, emitida entre 2004 y 2005. En esta serie, la protagonista anhelaba recibir flores amarillas como símbolo de amor verdadero, lo que ha resonado con muchos jóvenes y ha impulsado la práctica de regalar estas flores en el inicio de la primavera.
El color amarillo, asociado comúnmente con la felicidad, energía y vitalidad, convierte a estas flores en un mensaje de optimismo. Al regalar flores amarillas, se transmite un deseo de un futuro brillante y lleno de buenas intenciones. Aunque esta tradición a menudo se relaciona con el amor romántico, es importante destacar que también se extiende a familiares y amigos, simbolizando cariño y conexión emocional.
Así, el 21 de septiembre se ha transformado en un día especial donde se celebra la llegada de la primavera y se enfatizan los lazos afectivos. La práctica de regalar flores amarillas integra el simbolismo de una nueva etapa del año con las referencias culturales que han circulado en el ámbito latinoamericano y que han sido viralizadas a través de las plataformas digitales.
En conclusión, regalar flores amarillas el 21 de septiembre no solo representa un gesto estético, sino que abarca una rica tradición que combina el significado de la primavera con expresiones de amor y amistad, convirtiendo esta fecha en un momento significativo para compartir buenos deseos con aquellos que más queremos.
Fuente: El comercio









