El brutal asesinato de Katherine Gómez, quemada viva en plena vía pública de Lima por su expareja, el venezolano Sergio Tarache, conmocionó al país y expuso las graves falencias del sistema judicial y de seguridad en la protección de las mujeres. El crimen, ocurrido el 18 de marzo de 2023, no solo reveló el extremo de la violencia machista, sino también la impunidad temporal del agresor, quien huyó a Colombia antes de ser capturado y extraditado.
Un Crimen Atroz en plena Calle
La noche del fatídico suceso, Katherine Gómez decidió salir con amigos a una discoteca, un acto que desencadenó la furia de Tarache. Testigos y pruebas judiciales confirmaron que el hombre ejercía un control abusivo sobre ella: revisaba su celular sin permiso y la consideraba de su «propiedad». Tras una discusión, Tarache roció a la joven con combustible y le prendió fuego, dejándola con quemaduras del 90% de su cuerpo. Katherine falleció días después en el hospital.
La Fuga y la Captura Internacional
Tras el crimen, Tarache huyó por la frontera norte hacia Colombia, evadiendo inicialmente a la justicia peruana. Su escape generó críticas hacia las autoridades migratorias y policiales. Sin embargo, una alerta de Interpol permitió su captura en Bogotá, y tras un prolongado proceso, fue extraditado a Perú para enfrentar cargos.
Juicio y Polémica Reducción de Pena
En el proceso judicial, Tarache reconoció su culpabilidad en el feminicidio agravado. El Ministerio Público solicitó 30 años de prisión, pero en una segunda instancia, el Poder Judicial redujo la condena a 26 años, argumentando que el acusado no tenía antecedentes penales.
La decisión generó rechazo en la fiscal Carla Castro Herrera, representante de la familia de Katherine, quien consideró que la reducción minimizaba la gravedad del crimen. Además, Tarache se negó a pagar la reparación civil, alegando que él y su familia «corrían peligro», una declaración que aumentó la indignación.
Un Caso que Refleja un Problema Regional
El feminicidio de Katherine Gómez se suma a la larga lista de crímenes de género en América Latina, donde la impunidad y las sentencias indulgentes son recurrentes. Organizaciones feministas exigen reformas judiciales que garanticen penas proporcionales a la violencia ejercida contra las mujeres.
Mientras Tarache cumple su condena reducida, la familia de Katherine y la sociedad peruana claman por justicia, recordando que ningún argumento legal puede atenuar el horror de un crimen que terminó con la vida de una joven por el solo hecho de ser mujer.